domingo, 26 de octubre de 2014

La Desaparición del Pueblo Anasazi y Nazca.



El pueblo anasazi vivió aproximadamente en lo que hoy es Nuevo México; en el sudoeste de E.E.U.U, desde el año 600 hasta el 1300 de nuestra era. Como otros pueblos colindantes practicaban la agricultura de regadío y la ganadería. Levantaron casas y centros religiosos de gran complejidad arquitectónica que alcanzaban hasta seis niveles. La abundancia de caza y la fertilidad de las tierras aumentaron su demografía, lo que a la larga les resultaría fatal e insostenible. Se habían instalado en un entorno ambiental muy frágil y difícil de gestionar por sus irregulares lluvias y su clima extremo. El aumento de la población demandaba cada vez más alimentos y si lo unimos a su mayor desarrollo social que precisaba cada vez mayor número de vigas de madera para sus construcciones llevó a la total desforestación de los bosques. Como consecuencia se incrementó la erosión y esto acabó favoreciendo las inundaciones, la mengua de las cosechas y la desaparición de la caza. Como se producían periodos de sequía cada vez más prolongados, las hambrunas se generalizaron. Esto trajo guerras civiles y rebeliones contra los jefes sacerdotes (que habían perdido su autoridad por ser incapaces de asegurar la lluvia) e incluso al canibalismo como medio extremo de subsistencia. El resultado final fue que los supervivientes acabaron abandonando los poblados dejando tras de sí ruinas fantasmas. Lo mismo le ocurrió a los pueblos vecinos que se encontraban en situaciones parecidas, como los indios hohokam, mogollón y mimbres.

















 El pueblo Nazca.

Algo parecido sucedió a miles de kilómetros al sur, en la costa meridional de Perú. La cultura nazca se desarrolló entre el S. I y VII de nuestra era y también se distinguió por la construcción de ingeniosos sistemas de regadío que aprovechaban las corrientes subterráneas. Lograron así una agricultura intensiva, que junto a la pesca y el comercio con los pueblos limítrofes sustentaban su economía. Su organización social llegó a ser muy compleja y el ejemplo más conocido son sus gigantescos geoglifos sobre el desierto. Algunos creen ver en ellos la obra de los extraterrestres, aunque lo más probable es que tuvieran una función religiosa y de observación astronómica. Todo se vino abajo súbitamente, las sequías provocadas por el fenómeno meteorológico de El Niño, junto con la desforestación masiva que se había acometido para plantar grandes extensiones de maíz y algodón les llevó a la pérdida de cosechas. El desierto fue ganando cada vez más terreno y los recursos se fueron reduciendo, lo que generó inestabilidad y el abandono de los poblados. Es posible que el acoso de algún pueblo vecino como los huarí aceleraran su declive, imparable ya desde el punto de vista ecológico. Ahora estan de ocupas en el antro y no vean las fiestas que montan.




































No hay comentarios:

Publicar un comentario