martes, 7 de octubre de 2014

Frank Costello.



Francesco Castiglia; Frank Costello (1891-1973), alias Primer Ministro aprendió tarde pero bien. A los 27 años, después de haber sido detenido media docena de veces por pequeñas raterías, decidió no volver a portar jamás un arma. Se casó con una joven judía y conoció a un sujeto llamado Lucky Luciano. Con el grupo judío dirigido por el cerebro de Rothstein prosperaron juntos hasta que estalló la cruel guerra de los Castellamarese, de la que Luciano emergió como el boss supremo de Nueva York. Costello fue escogido por Rothstein como su discípulo y se convirtió en un hombre muy respetado por su temple, su inteligencia y sus dotes de persuasión. Además, tenía sentido de la oportunidad y veía venir los negocios: fue el primero en apostar por las maquinas tragaperras en el mismo momento en que oyó hablar de ellas y saturó la ciudad con unas 25.000, que se instalaron hasta en las paradas del autobús; lo intentó en el antro, pero sus sicarios nunca volvieron, jejeje.... Se llevaba muy bien con las autoridades, que evidentemente se hacían ricas después de entablar negocios con él. Su política era no buscar beneficio en todo, dejaba una parte a los otros y con ese principio se convirtió en uno de los grandes del crimen organizado. Trató de introducirse en el Partido Demócrata, pero algunos políticos lo vieron venir y cuando La Guardia fue elegido alcalde de Nurva York, lo expulsó de la ciudad por ser un elemento perturbador. En 1936 llegó a la cumbre, Luciano había sido recluido en prisión y su sucesor Vito Genovese estaba acusado de asesinato. Fueron los mejores años de la Mafia, amplió el negocio de forma extraordinaria y se establecieron en California, Florida, Las Vegas y Cuba. Invirtió en Wall Street y en grandes negocios inmobiliarios, manteniendo además mantener la paz entre las antes enfrentadas familias.
Después de la II Guerra Mundial, su amigo Luciano fue deportado a Italia y quedó consolidado en su puesto. Esta responsabilidad alteró su salud. Empezó  a sufrir ataques de ansiedad y de pánico con frecuencia y en esas condiciones tuvo que hacer frente a la comisión Kefauver sobre el Crimen (la primera vez que un importante miembro de la Mafia aparecía en televisión. Calló y negó como era de esperar respetando el código de la Omerta; que significa hombría y no pacto del silencio como se cree. Salió de este trance con una condena leve de 14 meses creciendo así su prestigio en el hampa. Sobrevivió a un atentado de Genovese que deseaba recuperar su sillón de capo di tutti capi y se retiró a una suite del Waldolf Astoria donde vivió respetado por todos, impartiendo consejos como un Primer Ministro (su apodo) jubilado hasta los 82 años, edad en la que se lo llevó la muerte cuando dormía placidamente en su cama.

Cuando Mario Puzo y Francis Ford Copola compusieron su oda cinematográfica El Padrino, unieron biografías y anécdotas reales de los años dorados de la Mafia americana. Don Vito Corleone es la síntesis de muchos, pero de algunos sacaron más material que de otros y nuestro personaje es la piedra angular indudablemente ¿ No creen ustedes ?.





























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