viernes, 3 de octubre de 2014

El Tekenu.




Si observamos con detenimiento la procesión funeraria representada en las paredes de algunas tumbas de la dinastía XVIII (siglos XVI-XIII a.C), podemos contemplar junto al sarcófago y los vasos canopos a una extraña figura colocada sobre un trineo. A menudo sólo es una masa informe cubierta con un sudario. A veces tiene la forma tiene la de un hombre acurrucado tapado con la piel de un animal y en otras ocasiones la figura masculina está arrodillada con la cabeza sobresaliendo del envoltorio. Aunque aún se desconoce su significado exacto, se cree que esta imagen estaba relacionada con la ceremonia de apertura de boca. Algunos investigadores apuntan que este envoltorio podría guardar los órganos internos del difunto que no se habían depositado en los vasos canopes, junto a otros residuos y materias corporales generados durante la momificación; todo formaba parte del individuo y no se podía perder ni eliminar. Según otras hipótesis, la escena se refería a la tradición de sacrificios humanos de períodos arcaicos: sería una simulación de sacrificio, y el teneku, en posición fetal, representaría al muerto que al levantarse se renace a la nueva vida, igual que un feto en el momento del nacimiento. Nuevas teorías indican que podría tratarse de un actor principal que formaría parte de los rituales funerarios y representaría al sacerdote sem cubierto con una piel de felino. En un momento de la ceremonia de la apertura de la boca entraría en trance para después despertar y simbolicamente ayudar al renacimiento del difunto. Si algún lector conoce otra interpretación me gustaría conocerla y podéis mandarla a quién aquí escribe, el escriba tuerto del antro.










2 comentarios:

  1. BUENO , aqui llega la parte en que le digo que esta muy bueno el Post , pero es cierto ... jajajaj LAB

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  2. El próximo lo escribiré en demótico. Jajaja

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