miércoles, 2 de abril de 2014

Una Promesa Rota.

Queridos mortales hoy traigo al antro una historia de fantasmas, de un tipo arrogante y una promesa rota que tuvo nefastas consecuencias. Esta recogida en Miscellanias (1696) de Jhon Aubrey y he aquí la historia del bello Caisho Burroughts. Nuestro protagonista era el hijo mayor de Sir John Burroughs; un caballero de alto espíritu y bravura demostrada. Enviado de embajada a Alemania, decide dejar en Italia a estudiar el idioma a su hijo Caisho que se establece en la capital de la Toscana.  Allí corteja con sus artes galantes a una bella cortesana que es amante del gran duque. Este último se entera de la historia y decide asesinar al jóven. Advertido Burroughts de las intenciones del duque decide huir rapidamente sin informar a su amante, esta recibe las iras del ultrajado regente de Florencia y decide suicidarse. Empezo aquí el calvario para Caisho, al cual se le aparecía la mujer reprochándole su cobardía y falta de palabra, siendo el Coronel Remeo; un ilustre miembro del Parlamento, testigo de las mismas. El espíritu de la bella cortesana le predijo que moriría en un duelo, y una mañana que partía a uno la vió por última vez.
Hay otra versión más escabrosa que recorren por los mentideros de esta vieja catacumba. Cuenta que una hermosa dama italiana se enamoró de este hombre sin escrúpulos y dejó que la tomara haciéndole prometer que nunca revelaría la pérdida de su virginidad. Mantuvo la promesa hasta que ella murió. Una noche alardeó de su conquista en una taberna y de inmediato el fantasma se le apareció y continúo apareciéndosele a menudo cuando bebía con sus amigos. Sentía un escalofrío cada vez que la veía y aquellas visitas disipaban su alegría. Su presencia lo atribuló hasta el día de su muerte, aquella mañana que marchaba para batirse en duelo. En fin, reflexionemos antes de hacer falsas promesas, porque ello puede acarrear funestas consecuencias.














No hay comentarios:

Publicar un comentario