domingo, 6 de abril de 2014

Los Ladrones de Almas en China.

Estuve unos buenos siglos viviendo entre el antiguo pueblo chino y aprendí mucho de sus creencias religiosas. Afirman tener dos almas: po, que rige las funciones y hun, que gobierna la mente y el corazón. Ambas tienen una existencia precaria siendo la segunda la más vulnerable al robo. El alma hun puede apartarse del cuerpo en ocasiones, sobre todo cuando se está dormido o se halla en estado hipnótico. Si no regresa al cuerpo, la persona enferma, enloquece o muere. Los demonios y espectros pueden apoderarse de esta alma errante  extrayéndole su esencia vital. Los malvados seres humanos la pueden hurtar casi siempre por medio de la magia y los hechizos o recortando figuras de papel llamados maniquíes. Recuerdo que la situación estuvo verdaderamente tensa en 1768 en la China central. Grupos de monjes y de pordioseros fueron acusados de cortar el cabello de las coletas para isuflar sus almas a los maniquíes. Los hombres enfermaban y morían mientras los siniestros monigotes cobraban vida cuando eran rociados con sangre humana y se dedicaban a robar las posesiones de otros; los supuestos culpables fueron absueltos.
 En la provincia de Zheijiang un hombre intentó robar las almas de sus sobrinos escribiendo sus nombres en un trozo de papel y pidió a un trabajador que los clavara en un pilote de un puente que estaban reparando. El obrero lo denunció y recibió el siniestro tío 25 azotes por intentar robar almas.
Seis años antes un monje mendicante había sido condenado por hechizería al robar almas cerca de Nanjing y sesenta años antes, un hombre de 70 años de edad fue acusado en Zheijan de dar muerte a 11 niñas de corta edad. Lo sentenciaron  a muerte y fue rebanado muy lentamente. Para finalizar puedo afirmar que existen las ladronas de almas, lo poco que quedaba de la mía me la robaron hoy através de una bella canción.













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