martes, 1 de abril de 2014

El Hombre Lobo.

 El lobo es un animal que siempre ha fascinado al hombre desde el comienzo de la Historia y ha estado siempre reflejado su nombre en nuestra onomástica: López. Ochoa, Lippi, Louppin...La idea presenta profundas raíces: la antiquísima creencia en hombres lobo y en la existencia de sociedades secretas cuyos ritos de iniciación incluyen el canibalismo.
El primer hombre-lobo conocido fue Lycaon, rey de Arcadia. Lo trasformaron en bestia por haber ofrecido un sacrificio humano a Júpiter o según otra versión por haber intentado asesinar al mismo Dios. Lo que parece cierto es que el mito tiene una base cierta: los sacrificios humanos que se celebraban en la Arcadia en honor a Zeus Liceo y que culminaban con una omofagia donde cada participante devoraba un trozo de víctima. La creencia en hombres-lobos aparece ya en escritores greco latinos, pero sobre todo en el folclore de los países que recibieron la influencia celta: Galicia, Normandía, Gales...Durante la Edad Media la licantropía no se consideraba una tara, sino un privilegio que convertía a hombres y mujeres en seres invulnerables que hablaban y conservaban su raciocinio y albedrío cazando por lo general corderos ajenos y cocinándolos para su familia. La opinión popular fue cambiando y desde  el Renacimiento, los werfwolf, los lupo-manaro, los loup Garou o los españoles loboshome han atormentado a los campesinos desde las Columnas de Hércules hasta Japón. Para el demonólogo Bodin estos cuadrúpedos eran humanos que habían recibido un pacto con el demonio.Los autores menos crédulos consideraban que "los sentidos menos internos de los hechizeros resultan transformados por la excitación de los unguentos y pociones de suerte que se creen autenticamente animales y, por esta causa, con el vientre hacia abajo, a la manera de bestias, caminan a cuatro patas, utilizando las manos como si fueran pies".
La bestia de Gévaudan.
Las brujas también eran trasformadas por el diablo en forma de lobo de humo, y podían desplazarse por el aire de dicha guisa. Según los tratadistas, un humano podía convertirse en lobo mediante un pacto con Satanás que le proporcionaría el unguento mágico. También podía lograrse después de aparearse con un súcubo (demonio hembra), quien si se quedaba contenta le regalaría un cinturón mágico. A veces era fruto de amores contra natura de una mujer con elfos, gnomos o genios. Otras veces era el séptimo hijo varón de una familia decente de lo más normal o procedía de una criatura abandonada por sus padres en el bosque y amamantada por una loba. Y por supuesto por contagio, si se sobrevivía a su ataque recibiendo alguna herida. Cuando el hombre-lobo quería recuperar la forma humana no le bastaba esperar a que se retirara la luna. Algunos podían desprenderse de la piel a voluntad pero debían revolcarse en el rocío, oír su nombre tres veces, derramar tres gotas de sangre, ser herido de tres puñaladas o pedir a un amigo que hiciera la señal de la cruz. Un método infalible, aunque algo engorroso, consistía en permanecer arrodillado durante cien años. Engorrosa era también la forma de matarlos: una bala hecha con médula de anciano y fundida en plata obtenida en herencia.
Grabado de Granach "el Viejo"
 Los magistrados que durante el siglo XVI y XVII juzgaron casos de licantropía sólo se mostraban escépticos con relación a la metamorfosis. En los sumarios consignaban la existencia de seguidores del diablo, untados con unguentos y bajo una piel de lobo, "sin auténtico cambio de sustancia o naturaleza", que recorrían los campos degollando niños y ovejas. Sus tropelías podían diferenciarse por las cometidas por los animales porque desnudaban a sus víctimas y las mataban a cuchilladas o con piedras. En Suiza a inicios del S. XVI se produjo uno de los casos más famosos: el de las brujas de Crissier, un pueblo cerca de Lausana. Allí cinco mujeres-loba fueron acusadas de raptar a un niño y, recuperada su forma humana, hervirlo en un caldero y comérselo. Todas fueron quemadas en la hoguera. Hasta el S.XIX se llevaron a juicio a personas acusadas de convertirse en lobo y que  trataremos en próximos artículos con más profundidad. Como curiosidad citaré el último caso que acaeció en Uttenheim (Alemania), donde un guardia rural fue acusado de haber matado un niño que tenía la facultad de adoptar la forma lobuna. Bueno ahora voy a soltar en el jardín a mi deliciosa pareja de licántropos Xena y Rasputín, es lo mejor que hay para alejar a los agentes del fisco, acreedores, sectarios, hipócritas, mentirosos, aduladores, cínicos y demás ralea.
Romasanta. Este psicópata es el único caso en que se ha diagnosticado como licantropía clinica.


HECHIZO DE TRANSFORMACION.

Hazme un hombre lobo.
Un devorador de hombres.
Hazme un devorador de mujeres.
Hazme un devorador de niños.
Anhelo sangre.
Sangre humana.
Concédemela esta noche.
Gran espíritu del lobo.
Concédemela y seré tuyo en corazón, en cuerpo y alma.



















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