jueves, 18 de julio de 2013

El Parásito ("el vampiro psíquico" en la Literatura Gótica)



Sir Arthur Conan Doyle(1859-1930) fue uno de esos grandes autores innovadores que nos dejó la Inglaterra de fanales del XIX y principios del XX. Un escritor omnívoro que engulló con su pluma todos los estilos y géneros literarios. Como periodista consiguió su título de sir, sus dos tratados de espiritismo y ocultismo son todavía un referente para todos los estudiosos de dichos temas, pero será en el género novelesco donde realmente rompió moldes. Trabajó la novela histórica dejándonos para el recuerdo a piratas, boxeadores, guerreros medievales y oficiales napoleónicos.Realizó fructíferas incursiones en la ciencia ficción con su inolvidable profesor Challenger y con el género detectivesco alcanzó la fama universal, legándonos al genial Sherlock Holmes y el inolvidable Dr. Watson.



Pero como buen hijo de su tiempo nos sumergió también en el mundo oscuro del terror y con su primera novela sobre dicha temática El Parásito (1894) ya creó escuela convirtiéndose en una de las más grandes obras narrativas del género vampírico.

 Doyle se aleja de la imagen convencional del vampiro caracterizada por la succión de sangre humana; y gracias a ese alejamiento consigue resaltar una faceta esencial de la literatura vampírica: la enajenación anímica; la succión de la personalidad por fuerzas malignas. Esta visión entrelaza el tema principal con los tres temas tradicionales del horror: el magnetismo animal, la posesión demoníaca y la obsesión. El padre del género fue Hoffman y su "Der Marnetiseur" (1813), donde el magnetismo animal aparece ya empleado para inducir, controlar y orientar la pasión amorosa llevando esa pasión a convertirse en una relación amo-esclavo entre el ser dotado de poderes extra normales y su víctima.

Pero será "Le Horle"(1887) de Maupassant  lo que decidió a Conan Doyle a entrar en la nómina de los autores del vampirismo psíquico. Dicho paralelismo lo vemos reflejado en la forma, tanto por el empleo de la fórmula de anotaciones en un diario íntimo como por la intensificación de la tensión y la angustia, siendo empleadas en ambas obras de modo muy similar, unas breves pausas de calma que sólo sirven para proyectar luego la acción a niveles más altos de terror. Son comunes también en ambas obras tanto la rebelión y la soledad de la víctima como una especie de juego del escondite entre ésta y el ser vampírico que la acosa. Estas dos influencias literarias no convierten "El Parásito" en una imitación, sino que se desarrolla en líneas propias y diferenciadas y se erige como una creación de gran originalidad en la que el terror constituye el medio literario para una exploración de las fronteras de las facultades de la mente humana y de los horrores demoníacos que pueden ocultarse en ellas. En "El Horla" el ser horrendo se revela como surgido de uno de los elementos paisajísticos iniciales, concretamente de un barco. Con Doyle ese ser horrendo se transforma en una bella mesmerista y ocultista, miss Penelosa que padece una leve cojera. La fémina se enamora de Gilroy, un joven que se somete voluntariamente a una de sus sesiones de hipnosis y queda así atrapado en sus redes.
Aquí comienza su infierno particular, que sufre junto a su novia Agatha que realiza los preparativos de su boda. La novela acaba con un final inesperado, donde se ve reflejada la variedad de recursos imaginativos del autor y su capacidad de abordar un mismo tema desde ángulos casi diametralmente opuestos sin que por ello sufra en detrimento el interés de la historia narrada.


                                                                                                                         
                                                                                                                                                   
                                                                      






                                                                                                                   

2 comentarios:

  1. Gracias por recomendarnos estas interesantes lecturas He conseguido Carmilla y El Parásito y son muy buenos .Ha seguir así.

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  2. Es un verdadero placer que la gente redescubra a los clásicos del terror, a los buenos. Saludos y ha seguir leyendo.

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